
La propuesta se centra en la figura del periodista y crítico musical Juan de Pablos López, conocido principalmente por ser director y conductor del programa de Radio 3 (RNE) “Flor de pasión”, emitido entre 1979 y 2019. El contenido se basas en conversaciones con el propio Juan de Pablos, puestas en común con información de fuentes hemerográficas y bibliográficas. El objetivo es ampliar la perspectiva acerca del autor, su estilo, obra y legado, así como la importante influencia que, entendemos, su trabajo ha ejercido en el desarrollo y evolución de varias importantes escenas musicales alternativas en España entre los años ochenta y noventa del siglo XX. Entendemos asimismo que se trata de un tema que, habiendo sido abordado más desde los entornos periodísticos y la divulgación que desde la academia y los estudios sobre música, ofrece interesantes espacios para ser objeto de una investigación más profunda.
Figura de referencia en el periodismo musical y la radiodifusión española de la segunda mitad del siglo XX, Juan de Pablos comienza su actividad desde los años sesenta, en programas radiofónicos como “El Gran Musical”, “Auto-retratos”, “Ozono”, y diversas publicaciones, desarrollando un estilo muy personal, en el que convergen un basto conocimiento de la música popular con una profunda sensibilidad, una cierta timidez y el apasionamiento, “hasta las últimas consecuencias”, en su relato y discurso.
Desde 1979, con el programa “Flor de pasión”, adquiriría mayor notoriedad e influencia, gracias también a la aparición en TV (“Auanbabulubabalambambú” o “La Edad de Oro”) y en numerosas películas y series. Sus espacios constituyeron uno de los primeros refugios, antes de convertirse en un fenómeno de masas, de la Movida madrileña, movimiento del que fue uno de los grandes impulsores. Ya en los años noventa se convertiría en una influencia determinante y padrino de escenas musicales alternativas de nuevo cuño en España, como el “Punk pop”, que mezclaba reminiscencias de los años sesenta con sonidos más aguerridos, o el “Tecno-pop”, que añadía a este cóctel elementos de la música electrónica y un planteamiento más naif.