La Guerra Civil Española y el régimen franquista impusieron un olvido institucionalizado que reprimió memorias opuestas al discurso oficial. Esto forzó a las víctimas, exiliados y colectivos reprimidos a mantener recuerdos en el ámbito privado o clandestino, generando un antagonismo entre historia oficial y memoria colectiva. La transición a la democracia reforzó este olvido mediante un «pacto de silencio» que priorizó la concordia sobre la justicia histórica. Sin embargo, desde las últimas décadas, movimientos sociales y académicos han impulsado la recuperación de la Memoria Histórica para visibilizar las historias silenciadas y contrarrestar la narrativa oficial franquista.
La Memoria Histórica busca reconstruir un pasado marcado por la represión, el exilio y las violaciones de derechos humanos, enfatizando su impacto en la identidad nacional. Aunque esta memoria es susceptible de manipulación política, su legitimidad radica en su función social y humanitaria. Movimientos y asociaciones, junto a especialistas, han liderado este proceso, promoviendo investigaciones, leyes conmemorativas y actos públicos que desafían la imposición del olvido y abogan por justicia y verdad.El olvido ataca la memoria: se acabó el silencio, «llegó la libertad»
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