
El deseo de los ejidenses de tener un lugar simbólico como el histórico Casino de Dalías, en donde celebrar las fiestas patronales, un espacio de reunión abierto a toda la sociedad, un centro referente del mundo artístico, cultural y empresarial y un alojamiento y testigo de la vida política propició el nacimiento del Círculo Cultural y Recreativo. En el interior de las instalaciones de la entidad, en el hotel Persa primero y en la moderna sede de la calle Granada después, los vecinos hicieron pueblo, se identificaron con una nueva realidad económica-social y surgió el sentimiento de independencia que creció de forma paralela al propio municipio de El Ejido.