Los efectos de la violencia simbólica ante el desarrollo de los movimientos vecinales a inicios de la Transición. El caso de la Asociación San Pablo del barrio de las 500 Viviendas de Almería

Este capítulo analiza cómo la violencia simbólica franquista influyó en la inacción social y política de la Asociación de vecinos San Pablo de las 500 viviendas en Almería. Durante sus primeros años de fundación, sus juntas directivas estaban constituidas mayoritariamente por afiliados al Movimiento Nacional, y a través del estudio riguroso de las fuentes nos dimos cuenta de que la asociación se centraba casi exclusivamente en la organización de festividades y eventos afines al régimen, obviando las necesidades reales del barrio. Por lo tanto, una de las hipótesis del trabajo fue que la pasividad institucional reflejaba una herencia del control social del franquismo, donde lo simbólico funcionaba como un mecanismo de dominación, manteniendo a la población en un estado de pasividad y miedo. La democracia se había demonizado tanto que los ciudadanos no sabían ni cuáles eran sus características ni, evidentemente, sus derechos. A partir de 1980, con la llegada de una junta directiva más diversa y la elección de Carmen Cortés Osorio como presidenta, se observó un giro significativo en las dinámicas de la asociación. Bajo este nuevo liderazgo, la preocupación por los problemas del barrio se convirtió en una prioridad. Este cambio pone de manifiesto cómo la participación activa de los vecinos fue clave para romper con las inercias del pasado y, por supuesto, fomentar el desarrollo de mejoras en el barrio.

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