La Iglesia católica sufrió una verdadera hecatombe durante los primeros meses de la Guerra Civil. Los templos fueron saqueados y numerosos religiosos murieron asesinados. Aunque el anticlericalismo venía de antiguo y en mayor o menor medida fue compartido por las distintas fuerzas del Frente Popular, no hubo una postura unívoca ante lo que se denominó el problema religioso. La comunicación analiza las causas y los efectos de la violencia antirreligiosa en Almería centrándose en las posturas que mantuvieron los anarquistas y los comunistas frente a una Iglesia a la que percibían como uno de los principales aliados del fascismo.
La persecución religiosa en Almería (1936-1939): anarquistas y comunistas ante la violencia contra la Iglesia
Hespérides: Anuario de investigaciones
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