La Guerra Civil

Almería fue la última capital andaluza en sumarse a la sublevación militar. Los soldados del Batallón de Ametralladoras nº 2, reforzados por carabineros y guardias civiles, salieron a la calle el 21 de julio, tres días después del comienzo del golpe en la Península. Ese retraso permitió a las organizaciones obreras concentrar sus fuerzas en puntos estratégicos de la provincia y es una de las claves del fracaso de la insurrección militar en Almería. Tras el colapso de las instituciones republicanas, motivado por la defección del Ejército y de buena parte de las fuerzas de orden público, el poder real quedó en manos del Comité Central Antifascista, integrado por militantes de organizaciones socialistas, comunistas y anarquistas. Fue la Delegación de Orden Público y Presos, dominada por la FAI, la responsable de la mayoría de los asesinatos cometidos en la retaguardia republicana durante el verano y el otoño de 1936.
La llegada del gobernador socialista Gabriel Morón en noviembre supuso el declive y posterior desaparición de los comités revolucionarios y la reconstrucción de las instituciones republicanas bajo el gobierno de Largo Caballero. Morón tuvo que afrontar importantes situaciones de crisis como la llegada de más de 60.000 refugiados malagueños durante la desbandada o el bombardeo de la escuadra alemana en mayo de 1937. En julio fue sustituido por el gobernador comunista, Vicente Talens, principal responsable político de la construcción de los refugios. El nuevo gobernador, llegado de Valencia, padeció la desunión entre las distintas fuerzas del Frente Popular y fue acusado de debilidad por no poder yugular el crecimiento de la quinta columna. Su destitución en abril de 1938 marca el comienzo del periodo final de la guerra caracterizado por el hambre y la desmoralización. Tras el derrumbe de los frentes republicanos, los franquistas entraron en la ciudad a finales de marzo de 1939. Los dirigentes republicanos que pudieron escaparon en barco a Orán. Para los demás se abría un periodo de cárceles y represión que dejaría un saldo de unos 375 fusilados.

Historia de Almería. Tomo 4. Época Contemporánea. De la revolución liberal a la crisis de la democracia

Instituto de Estudios Almerienses

284-309

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