El PCE surgió como una escisión del PSOE cuando, tras el triunfo de la Revolución Soviética, los partidos socialdemócratas europeos se vieron enfrentados a la disyuntiva de permanecer en la Segunda Internacional o adherirse a la recién creada Internacional Comunista. Tras debatir el problema en dos congresos celebrados en 1919 y 1920 varios grupos de militantes abandonaron la formación socialista y acabaron creando el PCE en 1921. El artículo pasar revista a los infructuosos intentos por reconstruir la unidad perdida del marxismo español, a través del Frente Único, las Alianzas Obreras y finalmente, el Partido Único del Proletariado, formación de la que se crearon las bases durante la Guerra Civil pero que nunca llegó a ser una realidad por la desconfianza mutua de militantes y dirigentes socialistas y comunistas. Por encima de las proclamas de unidad proletaria prevaleció la ambición de las dos formaciones por convertirse en el partido hegemónico entre los obreros y acabar anulando al rival con el que se estaba intentando la fusión.
