La educación debe adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, promoviendo metodologías activas centradas en el aprendizaje autónomo y crítico. El Aula Invertida o Flipped Classroom permite a los estudiantes explorar contenidos antes de clase mediante vídeos, utilizando el tiempo presencial para reflexión, debate y aplicación práctica. Este modelo refuerza habilidades como autogestión, colaboración y pensamiento crítico, fomentando una educación inclusiva y conectada al contexto. Esta metodología supone un cambio de rol por parte del docente que, aunque aumenta la carga docente en preparación de materiales, mejora el rendimiento académico y la motivación estudiantil. Su implementación eficaz requiere entornos flexibles, contenidos intencionales y formación docente. Integrada con trabajo colaborativo y tecnologías, el Aula Invertida democratiza el aprendizaje, promoviendo experiencias significativas y desarrollo integral en los estudiantes.
El aula invertida: una nueva metodología para los nuevos tiempos
Razones y sinrazones de la mente y del cuerpo
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