Del golpe de Casado a la huida a Argelia: los comunistas y el final de la Guerra Civil en Almería

A lo largo de 1938 y durante los primeros meses de 1939, la popularidad del PCE en el seno del Frente Popular había ido en descenso. A las antiguas rivalidades con caballeristas y anarquistas se unía ahora el hartazgo de una guerra que se veía definitivamente perdida. Al haber incrementado su influencia en el Ejército aumentó en consecuencia la responsabilidad del PCE por los continuos desastres militares. Las clases medias y los pequeños propietarios, que habían brindado su confianza a los comunistas porque entendían que eran la opción más eficaz para ganar la guerra, empezaban a ver al PCE como el principal obstáculo para alcanzar una paz negociada, toda vez que la victoria había dejado de ser un objetivo creíble. El Partido Comunista se acabó convirtiendo en un cómodo chivo expiatorio sobre el que el resto de las fuerzas del Frente Popular descargó todas las responsabilidades por la inminente derrota. El texto aborda cómo afrontaron los comunistas almerienses el final de la guerra y narra la accidentada huida a Argelia de buena parte de sus dirigentes tras hacerse a punta de pistola con una pequeña embarcación cuando los falangistas habían tomado ya el control de la ciudad.

La Historia de Almería y sus historiadores centenario del padre Tapia

Instituto de Estudios Almerienses

607-627

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