La Guerra Civil acabó en el puerto de Alicante. Muchos de los miles de republicanos que llegaron allí con la vana esperanza de encontrar un barco que les condujera a la Argelia francesa, dieron con sus huesos en Albatera, uno de los peores campos de concentración de la vasta red de recintos penitenciarios puestos en marcha por la dictadura. Al menos cinco alpujarreños vivieron la traumática experiencia de pasar por el que fue concebido como un centro de detención pero que, con solo medio año de existencia, dejó una huella indeleble en la memoria de la represión franquista.
Alpujarreños en el campo de concentración de Albatera
Farua:revista del Centro Virgitano de Estudios Históricos
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