Uno de los defectos más criticados en la información deportiva es el abuso de los tópicos. El periodista debe cuidar su léxico y enriquecer su comunicación con mensajes estructurados, claros y precisos. No se trata de ensombrecer la flexibilidad que permite el lenguaje deportivo ni negarle la retórica que le caracteriza.
Sin olvidar que, el periodista deportivo cae en la tentación de practicar en ocasiones un pseudoperiodismo, si para conseguir audiencia antepone el “todo vale”. La programación deportiva, sobre todo en las tertulias tan de moda, dan cobijo al forofismo y lejos de fomentar la ecuanimidad, los propios periodistas se convierten en fanáticos aficionados con un lenguaje de mal gusto y grosero.
Las principales empresas periodísticas tienen un libro de estilo, de obligada consulta y utilización por parte de los profesionales, a la hora de elaborar una noticia. Sin embargo, existe una laguna que supone la carencia de manuales específicos para el ámbito deportivo. Es una de las cuentas pendientes de la profesión periodística.
El ciberperiodismo, con sus virtudes y sus defectos, precisa una formación continuada para adecuarse a las exigencias de la era digital. El periodista multimedia tiene que reciclarse y aceptar técnicas nuevas como el hipertexto: ya no se trata de un discurso lineal, se combinan textos, sonidos e imágenes que componen un lenguaje único y que permiten desplazarse de un campo virtual a otro. Uno de los cometidos del “periodista digital” es seleccionar la avalancha de datos que tiene a su disposición y verificar la fiabilidad de las fuentes; y uno de sus principales retos, es mantener los principios básicos de la profesión en este nuevo panorama audiovisual donde se impone la participación del usuario (feedback) a la emisión unidireccional. El periodismo electrónico es un campo experimental.
La comunicación en el ámbito deportivo tiene ante sí un largo recorrido por explorar y plantea retos de futuro, desde el acercamiento entre lingüistas y periodistas para optimizar la calidad de la información y corregir abusos, la adecuación de los planes de estudio a una materia como la información deportiva que tiene una gran demanda social y la implantación del periodista cualificado en la docencia, para aplicar sus conocimientos basados en su experiencia profesional al ámbito académico.
Se han dado pasos importantes pero no definitivos.