En la sociedad del siglo XXI la comunicación ha pasado de ser considerada un bien por la mayoría de empresas y organizaciones, a convertirse en una auténtica necesidad empresarial. El caso de las instituciones de carácter educativo no es una excepción, aunque bien es cierto que se han sumado con algún retraso a la gestión profesional de la comunicación y a que presentan una serie de características y peculiaridades que hacen de este ámbito de actuación un emplazamiento especialmente sensible a la hora de aplicar las distintas políticas comunicativas.
El presente texto se centra especialmente en las instituciones de grado medio, aunque las conclusiones extraídas pueden extrapolarse tanto a los centros de educación infantil como a las universidades o centros de formación profesional y oficios. No obstante, las características del presente trabajo nos obligan a circunscribirnos a un ámbito más limitado: las peculiaridades de la gestión de la comunicación en las instituciones educativas de nivel medio (Educación Primaria y Secundaria Obligatoria).
La comunicación es fruto de la interacción humana y las instituciones educativas son un foco inmejorable de contacto constante en el que se producen numerosos intercambios de vital importancia (entre individuos de distintos perfiles), no solo para la materialización de la idea empresarial, o para la obtención de beneficios empresariales, sino para un fin todavía más delicado, la formación y la educación de niños y jóvenes, un bien inmaterial y un valor inestimable no solo para el interés particular sino para el bien de la sociedad. De ahí el interés que suscita el análisis de las peculiaridades de la gestión en este tipo de organizaciones.
Partiendo del análisis de las ventajas que puede aportar a un centro educativo una adecuada gestión de la comunicación, tanto a nivel interno como externo, profundizaremos en las características y peculiaridades que presenta la comunicación institucional en los distintos ámbitos de las organizaciones de carácter educativo. Su conocimiento facilitará la posibilidad de proponer una serie de pautas que mejorarán la gestión de la comunicación y por consiguiente, el funcionamiento de la organización.
