Los XV Juegos Mediterráneos Almería 2005 suponen la encrucijada más importante en la historia de esta provincia. Antes, sólo la lucha por la llegada del ferrocarril, movimiento social sin precedentes a finales del siglo XIX, Almería había logrado un movimiento social de tan alto calibre. Pero aquel fue endógeno y con un protagonismo interno, mientras que los Juegos Mediterráneos supone, que, por vez primera, esta provincia se convierta, unos días, en punto de atención para todo un país y, en el ámbito deportivo, para todos los del Arco Mediterráneo.
El año 2002 fue un período de asentamiento y planificación, de transición, de trabajo oscuro y silencioso, pero imprescindible para la correcta cimentación de este macroproyecto. Confección del mejor programa deportivo, elaboración del calendario, planificación general, diseño de las subsedes y, sobre todo, construcción y remodelación de instalaciones, han sido las tareas más destacadas de este período fundamental para el éxito de los Juegos, que se celebrarán bajo la pretensión de convertirse en los mejores de la historia.
La gran referencia en la historia de Almería, 2005
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