Este                                                             trabajo analiza el                                                             modelo de                                                             encuadramiento que                                                             el régimen                                                             franquista implantó                                                             entre las españolas                                                             tras su victoria en                                                             la guerra civil, y                                                             el proceso de                                                             construcción de la                                                             imagen                                                             característica de                                                             la mujer                                                             nacional-sindicalista,                                                             por contraposición                                                             al «hombre del                                                             Movimiento» y a                                                             las                                                             «otras»:                                                             «rojas» y                                                             «extranjeras»,                                                             fundamentalmente. La                                                             autora estudia la                                                             transición de la                                                             democracia                                                             republicana a la                                                             dictadura a través                                                             de las mujeres, y el                                                             concepto de                                                             «feminidad»                                                             ideado para ellas                                                             durante la                                                             autarquía: el                                                             correspondiente a                                                             una mujer                                                             falangista, pero                                                             sobre todo,                                                             católica y                                                             tradicional. Cuando                                                             el país salió de                                                             su «estado de                                                             cuarentena», el                                                             prototipo femenino                                                             que quiso imponerse                                                             y exportarse era, en                                                             cambio, el de una                                                             mujer moderna que                                                             tenía que adecuarse                                                             a los cambios                                                             operados por la                                                             liberalización                                                             económica. Se                                                             incide en la                                                             necesidad de                                                             historiar ese                                                             carácter                                                             acomodaticio de la                                                             identidad de género                                                             a través del                                                             análisis del                                                             discurso de las                                                             publicaciones                                                             periódicas de la                                                             organización                                                             (Consigna, Medina),                                                             su documentación                                                             interna; la prensa                                                             oficial del                                                             Movimiento en                                                             Almería, y las                                                             entrevistas a dos                                                             generaciones de                                                             mujeres: las de los                                                             años fundacionales                                                             y las del último                                                             tránsito a la                                                             democracia.