
Durante la Segunda República, el ámbito local presentó un gran interés y por ello los partidos gubernamentales intentaron controlarlo ya que permitía gestionar la aplicación de la legislación social. Ante el fracaso de la sublevación militar de 1936 aparecieron en la zona partidaria a la legalidad democrática republicana diferentes comités obreros, organismos que funcionaron de forma paralela al poder oficial. El decreto de 1937 del gabinete de Largo Caballero sustituía los ayuntamientos por los consejos municipales. El objetivo del capítulo es analizar el desarrollo del poder local en el caso concreto de una localidad de la provincia de Almería, Adra, poniendo el foco esencialmente en el Consejo Municipal, su composición y sus actuaciones.