Como presentó Francisco Comín en su libro sobre historia empresarial, España ha sido un país de pequeñas empresas que por lo general se han investigado poco por falta de fuentes de información. Los historiadores nos centramos principalmente en lo realizado por grandes empresas en las ciudades más importantes; de esta manera son numerosos los estudios sobre Madrid, Valencia o Sevilla, quedando otras ciudades relegadas al olvido.
¿Quién fue Miguel Gómez Navarro? Fue un periodista que escribió para los diarios El Ideal de Madrid, El Regional o el Diario de Córdoba en 1902. La Sociedad de Autores Españoles, la actual SGAE, lo nombró representante para Almería en 1912 y en 1914 hace su primer acercamiento a la gestión cultural directa. El 5 de febrero de 1914 pidió los permisos correspondientes al gobernador para crear la Sociedad Olimpia y tuvieron la primera junta directiva el día 14 del mismo mes. FOTO 2 El diario “El popular” se hizo eco de la junta directiva el 17 de febrero de 1914 como vemos en este recorte de prensa, que presentaba la composición de dicha junta. Olimpia sería una sociedad recreativa sin otro objeto que el de proporcionar a sus socios las distracciones lícitas de un círculo de recreo, como podemos leer en el artículo primero de sus estatutos. En ese mismo documento de constitución podemos ver que la sede de la sociedad Olimpia estuvo ubicada en el Teatro Apolo de la Calle Obispo Orberá.
Menos de un mes después de existir la sociedad, el presidente Miguel Gomez Navarro pidió permiso al Señor Gobernador para poder ofrecer bailes de máscaras varios días de febrero hasta el 1 de marzo que sería el entierro de la sardina. Hay que matizar que en Almería, aunque no sea muy conocido fuera de la provincia, hay una tradición carnavalesca muy potente, no comparable a los grandes festivales de Cádiz evidentemente, pero ya desde la Restauración se conocen agrupaciones de carnaval. Se trata de la única constancia que tenemos sobre los actos públicos organizados por la Sociedad Olimpia, que se limitaron al carnaval de 1914 y así lo recogió La Crónica Meridional el 19 de febrero de 1914. Tras un año y tres meses, el 13 de mayo de 1915 la junta directiva pedía la disolución de la sociedad, el documento que vemos se encuentra entre las cartas recibidas en el gobierno civil y fue firmada por el propio Miguel Gómez, por lo que sabemos que fue el único presidente de la sociedad en sus 15 meses de vida.
(Aceptado en la Visual Review international ya maquetado a espera de publicación)