El investigador Martín García hace una aproximación ambiciosa al fenómeno de la Transición desde un espacio provincial, demostrando que el cambio político no solo se dio en las grandes ciudades. De hecho, su estudio demuestra la multidimensionalidad del cambio político y la importancia de tener en cuenta los diversos sectores que conforman la sociedad para hacer un acercamiento más completo de la evolución. El autor demuestra que la conflictividad fue un fenómeno que se extendió por toda la geografía española, siendo este desarrollo clave para el desgaste del régimen y la creación de un ambiente proclive a la instauración de la democracia. En definitiva, es un claro ejemplo que demuestra la importancia de las bases sociales en la Transición y la necesidad de incluirlas en los marcos interpretativos de nuestra historia reciente.
