El 3 de abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales libres desde el período de la Segunda República, que fueron convocadas para decidir la nueva composición de las corporaciones locales, las únicas instituciones que seguían funcionando según la legislación franquista. De acuerdo con la voluntad popular expresada en las urnas, los alcaldes presidencialistas y los concejales de los tercios familiar, sindical y corporativo fueron sustituidos por los representantes de los ciudadanos que concurrieron a los comicios a través de las diferentes listas electorales. El debate político llegó con ellos a los consistorios y el proceso de democratización continuó su avance.
Treinta años después hemos considerado conveniente volver la mirada atrás y reflexionar sobre lo que realmente significó la renovación de los ayuntamientos tras la dictadura. Por este motivo, desde el Departamento de Historia del Instituto de Estudios Almerienses, hemos organizado varias mesas redondas en distintos puntos de la provincia en las que los primeros alcaldes de nuestra democracia, verdaderos protagonistas de la Transición a nivel municipal, compartieron con la sociedad sus experiencias y recuerdos de aquel trascendental período de nuestra historia reciente. Los actos se celebraron en Garrucha, Abrucena, Benahadux y Vícar en la segunda quincena del mes de junio de 2009.