 El                                                             código de valores                                                             de la burguesía                                                             almeriense también                                                             quedó plasmado en                                                             sus actitudes ante                                                             la muerte, en su                                                             preparación para el                                                             «último                                                             viaje» se                                                             hallan signos                                                             distintivos de su                                                             rango social. El                                                             ritual funerario,                                                             que incluye                                                             tradicionalmente a                                                             la familia ampliada                                                             y a la red                                                             comunitaria,                                                             permiten justamente                                                             renovar los lazos                                                             rotos entre la                                                             familia en duelo y                                                             su contexto social.                                                             La necesidad de unir                                                             a perpetuidad a                                                             todos los miembros                                                             muertos de la                                                             familia, dentro de                                                             un espacio cerrado y                                                             exclusivo, responde                                                             al sentimiento de                                                             ser recordado por                                                             las generaciones                                                             posteriores,                                                             renunciando al                                                             anonimato de las                                                             tumbas para                                                             convertirlas en                                                             monumentos                                                             conmemorativos al                                                             servicio de la                                                             memoria de los                                                             antepasados. La                                                             cripta reservada a                                                             la élite era el                                                             vehículo promotor                                                             de la cohesión                                                             social a través del                                                             tiempo, y el mejor                                                             lugar donde se                                                             refleja el concepto                                                             patriarcal de                                                             familia, en la que                                                             varias generaciones                                                             y ramas familiares                                                             son unidas bajo un                                                             mismo techo. De esta                                                             forma, la memoria                                                             familiar                                                             encontraría                                                             evidencias en                                                             cualquier momento de                                                             la cepa de toda su                                                             excelencia..
El                                                             código de valores                                                             de la burguesía                                                             almeriense también                                                             quedó plasmado en                                                             sus actitudes ante                                                             la muerte, en su                                                             preparación para el                                                             «último                                                             viaje» se                                                             hallan signos                                                             distintivos de su                                                             rango social. El                                                             ritual funerario,                                                             que incluye                                                             tradicionalmente a                                                             la familia ampliada                                                             y a la red                                                             comunitaria,                                                             permiten justamente                                                             renovar los lazos                                                             rotos entre la                                                             familia en duelo y                                                             su contexto social.                                                             La necesidad de unir                                                             a perpetuidad a                                                             todos los miembros                                                             muertos de la                                                             familia, dentro de                                                             un espacio cerrado y                                                             exclusivo, responde                                                             al sentimiento de                                                             ser recordado por                                                             las generaciones                                                             posteriores,                                                             renunciando al                                                             anonimato de las                                                             tumbas para                                                             convertirlas en                                                             monumentos                                                             conmemorativos al                                                             servicio de la                                                             memoria de los                                                             antepasados. La                                                             cripta reservada a                                                             la élite era el                                                             vehículo promotor                                                             de la cohesión                                                             social a través del                                                             tiempo, y el mejor                                                             lugar donde se                                                             refleja el concepto                                                             patriarcal de                                                             familia, en la que                                                             varias generaciones                                                             y ramas familiares                                                             son unidas bajo un                                                             mismo techo. De esta                                                             forma, la memoria                                                             familiar                                                             encontraría                                                             evidencias en                                                             cualquier momento de                                                             la cepa de toda su                                                             excelencia..
 
				