Desayuno con Sebastian Balfour
Autores: José Manuel Alarcón Martínez y Miguel Ángel Ruiz Pérez.
Con puntualidad británica aparece ante mi Sebastian Balfour, Catedrático emérito de la London School of Economics para desgranarnos las líneas básicas de su intervención en el día anterior en el IV Congreso Internacional Historia de la Transición en España.
En su opinión hay que dar una mayor relevancia e importancia a los movimientos sociales en el marco de la Transición. Esta es una línea poco sostenida hasta el día de hoy. Suele predominar la línea en la que se da mayor importancia, casi en exclusiva, a la idea de un cambio ideado, pilotado y guiado por la alta política. Sin embargo, en opinión de Balfour, son los movimientos sociales los que hacen imposible el inmovilismo, y por tanto una transición más moderada o corta. Las movilizaciones estudiantiles, de trabajadores, de las asociaciones de vecinos…etc. son las que fuerzan una reforma tan amplia como la que finalmente se realizó.
Estos movimientos sociales habían comenzado a actuar en las postrimerías del franquismo, pero no será hasta la muerte del general Franco cuando se desarrollen plenamente. Tras su muerte, salen a la calle, y las toman. Eran movimientos basados en su mayor parte en reivindicaciones laborales o regionales. Sin embargo, estos movimientos poco a poco se politizan y pugnan por un cambio en el sistema.
A la pregunta de si la Transición se cerró correctamente, Balfour se lo piensa algo más, y finalmente comenta “bueno, lo cierto es que se hizo sin ruptura” es decir, fue una reforma democrática lo que permitió que la derecha reformista insistiera en lo que le interesaba y llegara a acuerdos con los partidos de la oposición.
También insiste en señalar que la Transición no es un movimiento cerrado, se continuó un poco, a pesar de que los movimientos sociales perdieran fuerza. Lo cierto es que el protagonismo pasó de estos movimientos a los partidos políticos. Esto fue determinante para la desaparición de estos movimientos; a ello hay que añadir los efectos de la crisis económica que acarreó el cierre de muchas grandes empresas, con el consiguiente debilitamiento de muchas organizaciones sindicales.
Como historiador inglés, su visión no está marcada por hechos que vivió de primera mano, sin embargo resalta como el visitó España a finales de la década de los 70, y comprobó el enorme dinamismo y movilización de la sociedad. “yo, constataba la contradicción entre este movimiento social y la visión de la élites políticas”.
¿Qué habría pasado en España de no mediar esta movilización social? Es la siguiente duda que nos surge. Sebastián Balfour medita unos segundos y acomete con la respuesta. En su opinión, y según lo poco que sabemos de las intenciones y estrategias de los reformistas, la intención de estos era simplemente la de reconfigurar el Estado, estableciendo una mayor flexibilidad pero sin desarrollar una plena democratización. Una simple apertura del régimen.
A modo de conclusión Balfour quiere resaltar que se ha impuesto una visión de la Transición en la prima el protagonismo de las elites políticas. Lo que pasa es que en la democracia ha habido una desmemoria de la Transición. “Es importante recordar la contribución individual de estos movimientos sociales. Hay que resaltar el heroísmo de estas personas, pues ellas se jugaban la piel mientras que las elites políticas no”