Durante la Segunda República y la Guerra Civil hubo algunos religiosos, como Juan García Morales, que valientemente defendieron una profunda reforma social en España, lo que les llevó a enfrentarse a las derechas y las altas cúpulas eclesiásticas. Este posicionamiento les obligó, tras el fin de la contienda bélica, a exiliarse en el extranjero. En el presente artículo analizaremos la trayectoria personal y pública del sacerdote republicano en suelo francés. Nos aproximaremos a su paso por las colonias infantiles o a su internamiento en el campo de Gurs. Para reconstruir esta desconocida etapa vital hemos recurrido al testimonio inédito de un familiar lejano, así como a diferentes archivos españoles y franceses, y a multitud de referencias hemerográficas.