A lo largo de este capítulo se realiza una aproximación histórica sobre la situación de la sanidad en Almería durante los años de transición a la democracia. Durante la etapa franquista las deficiencias sanitarias de Almería estaban reflejadas en la falta de infraestructuras y el difícil acceso a la atención sanitaria, entre otros. La situación de las zonas rurales aún era peor y se caracterizaba por la falta de personal y la concepción social acerca de las visitas médicas domiciliarias que suponían altos costes para las familias, haciendo aún más precaria la situación sanitaria.
El Levante almeriense aquejaba desatenciones que son además relatadas por testimonios orales que sirven para entender el proceso de mejora que tuvo lugar en estos años que tuvo como principales protagonistas al personal sanitario, la puesta en marcha de consultorios y la cobertura sanitaria. Siendo en la década de los 80 cuando estas deficiencias se vieron aliviadas por la inauguración de nuevos centros hospitalarios, en el Levante la Residencia Hospitalaria “La Inmaculada” que, con cierta polémica, fue establecida en el municipio de Huércal-Overa.
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