Estas cinco mujeres líderes del siglo XX y católicas desempeñaron puestos de responsabilidad en organizaciones políticas y sociales que cubren un arco ideológico muy amplio –desde el carlismo hasta el comunismo, pasando por una derecha moderada o una evolución hacia la izquierda cristiana representada por Joaquín Ruiz-Giménez, o la HOAC.
Todas ellas reflexionaron sobre el momento que vivieron y trataron de dar respuestas que suponen un avance en la participación de las mujeres en la toma de decisiones.
Del grupo, sin duda la más influyente fue Pilar Bellosillo, la única auditora laica en el Concilio Vaticano II, invitada por Pablo VI, presidenta la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), de la que derivaría una novedosa Campaña contra el Hambre, que se adelantó varios años a la del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la creación de Manos Unidas, cuyo fin era precisamente impulsar las campañas cada año y recaudar los fondos que donaban no sólo los católicos sino todo tipo de personas, dada la transparencia con la que la ONGD gestionaba sus fondos.