A                                                         partir de la lectura de                                                         los Diarios de Sesiones                                                         de Cortes entre 1891 y                                                         1898, se estudia aquí                                                         la postura que, desde el                                                         Gobierno, se tiene ante                                                         las deficientes                                                         condiciones                                                         higiénico-sanitarias                                                         que rodearon al                                                         ejército español en                                                         Cuba en los años                                                         previos a la pérdida de                                                         las colonias. A este                                                         respecto, las                                                         principales cuestiones                                                         tratadas en el Congreso                                                         harán referencia                                                         mayoritariamente al tema                                                         de las dificultades en                                                         la recluta y traslado de                                                         los combatientes, los                                                         salarios atrasados, la                                                         altísima tasa de                                                         mortalidad por                                                         enfermedad, así como el                                                         lamentable estado en que                                                         regresan. No hay en el                                                         espectro político de la                                                         época ningún grupo que                                                         defienda una postura                                                         crítica y a la vez                                                         contundente con respecto                                                         al abandono en que los                                                         Gobiernos dejan al                                                         Ejército que lucha en                                                         las colonias; lo que se                                                         debe en parte a la                                                         ilusión de la victoria                                                         y en parte a los                                                         intereses económicos                                                         nacionales y                                                         particulares en juego.                                                         Se amplían así las                                                         bases del enfrentamiento                                                         entre los círculos                                                         políticos y las FAS,                                                         que derivarán en una                                                         separación ideológica                                                         y social cada vez mayor                                                         entre grupos civiles y                                                         militares.