Este trabajo aborda la realidad de la Brecha Digital (Digital Divide) desde una perspectiva de género. Con ese término se empezó a estudiar a mitad de la década de los años noventa todo lo relacionado con las especiales dificultades de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, y a Internet en concreto, que presentan determinados colectivos o perfiles de usuario, en función de la edad, el sexo, el área geográfica, las políticas públicas y privadas, la discapacidad, etcétera. Ello ha hecho que se evalúen los problemas o la falta de condiciones que originan esa brecha tanto a nivel endógeno como exógeno.
Se justifica asimismo la necesidad de profundizar en la alfabetización digital tanto general como sectorial, como forma de ir avanzando en la superación de la llamada Segunda Brecha Digital en el futuro más próximo posible.