En los últimos años, la labor del historiador se ha visto profundamente transformada debido a la irrupción y popularización de Internet. Tradicionalmente las fuentes historiográficas han estado dispersas en infinidad de archivos, bibliografías impresas, catálogos de bibliotecas o hemerotecas. La aparición de las nuevas tecnologías no ha conseguido la unificación de estas fuentes, aunque si ha facilitado más información sobre su existencia y un mejor acceso. En este capítulo nos acercamos al potencial de estas fuentes digitales, tanto para el desarrollo de la investigación, como para la enseñanza de la historia en los diferentes niveles educativos.
Fuentes digitales: un acercamiento a los archivos históricos y sus posibilidades
Recursos educativos para el aula del siglo XXI
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