La entrada de España a la Comunidad Económica Europea fue un proceso lento que se extendió durante más de una década y que estuvo acompañado por numerosos temores, tanto dentro como fuera del país, por el impacto económico que tendría la nueva adhesión. En este capítulo nos centramos en el caso paradigmático de la agricultura de Almería que, con su sistema de cultivo bajo plástico, vivió un extraordinario desarrollo económico a partir de los años setenta. Esta evolución particular se desarrolló en un ambiente de grandes cambios, políticos y económicos, y culminó con el ingreso en la Comunidad Económica Europea. Al contrario de lo que ocurrió en otros sectores económicos, como por ejemplo el ganadero y el pesquero, la agricultura almeriense afrontó con grandes esperanzas la adhesión, pues se preveía los beneficios económicos que entrañaría las facilidades comerciales. Sin embargo, este desarrollo vendría acompañado de otros cambios socio-laborales, que tendría que afrontar la provincia en las siguientes décadas.
