No conocemos en profundidad el contexto social, económico e institucional en el que surgieron los primeros invernaderos que dieron lugar al milagro de la agricultura bajo plástico a partir de los años setenta, así como tampoco la evolución paralela del resto de actividades económicas de la provincia en la segunda mitad del siglo XX. Esta comunicación supone un primer acercamiento a la coyuntura económica almeriense previa al milagro, centrada en la desaparición de aquello que con anterioridad y durante décadas había sido la principal riqueza de la provincia: la exportación de uva. El negocio uvero consiguió superar en los años cincuenta la larga crisis que había sufrido durante la posguerra, para entrar luego en un letargo definitivo que concluyó con el arranque masivo de parrales en los noventa. En la actualidad, su presencia en el campo almeriense pervive de forma apenas testimonial, en tanto que el desarrollo de la agricultura intensiva ha conseguido lo que nunca pudo hacer la venta de uva al extranjero: transformar radicalmente las estructuras socioeconómicas de una provincia subdesarrollada durante buena parte del siglo XX.
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