La llegada de los grupos multimedia al sistema de medios ha levantado la voz de alarma entre los más acérrimos defensores de la libertad de expresión. Antonio Torres reflexiona sobre esta situación en el que España sigue esperando que se cumpla la promesa del pluralismo informativo. Somos el único país europeo, junto a Luxemburgo, que carece de un Consejo Audiovisual para articular la profesión y garantizar la calidad. Ante el dominio de algunos grupos multimedia, se hace más necesaria que nunca la presencia de medios públicos que no dependan de los intereses políticos. Todavía permanece en el recuerdo la falta de libertad de expresión. Sigue vigente la Ley de Radio y Televisión de 1980 que ha quedado obsoleta. El Gobierno de Zapatero ha puesto empeño en que el Consejo de Sabios diseñe para antes de marzo de 2005 un plan que ponga las reglas del juego y garantice unos medios cultos, pluralistas y que sirvan a la sociedad. Obviamente esas reglas no deben afectar solo a TVE, Canal Sur o los medios públicos autonómicos, sino también a las televisiones municipales y a toda la industria audiovisual.
Hacia un nuevo modelo de comunicación
Anuario de la asociación de la prensa de Almería
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