La voluntad autonomista de Andalucía encontró una de sus primeras manifestaciones públicas durante la campaña electoral de las elecciones constituyentes de 1977, un tratamiento emocional del subdesarrollo económico de la región reportó a nuestra representación parlamentaria una capacidad de movilización popular que se llevó a la apertura de una campaña de sensibilización ante el debate constitucional sobre la forma del estado. Las posiciones sobre el tema autonómico basculaban entre un nacionalismo español defendido por la ultraderecha, la descentralización administrativa incitada por el gobierno y aceptada por sectores de la derecha moderada, la petición de autogobierno para naciones y regiones dentro de la unidad del estado por la izquierda, y por último la posibilidad de autodeterminación que siguieron defendiendo grupos de extrema izquierda. Esas diferencias y la convivencia con autoridades políticas franquista, determinaron el desenlace violento de la manifestación en Málaga, la muerte de un joven trabajador, que fue seguida por varios días de revueltas callejeras.
Esta aportación está disponible en formato PDF.
Se puede descargar desde aquí: