El padre José María Rubio Peralta (Dalias, 1864-Aranjuez, 1929), religioso de familia campesina, canta su primera misa el 12 de octubre de 1887 en la Colegiata de San Isidro. Es nombrado coadjutor de la parroquia de Chinchón (Madrid), donde permaneció durante nueve meses, párroco de Estremera, cerca de Guadalajara, ambos pueblos de la diócesis de Madrid y donde el joven sacerdote ya comienza a adquirir fama de Santo por su dedicación a una vida intensa de oración y ayuda a los pobres y enfermos. Convencido por su protector, el canónigo Joaquín Torres Asensio, obtiene el doctorado en Derecho Canónico en Toledo. En 1908, ingresa en el Noviciado de la Compañía de Jesús de Granada. Tiene como gran preocupación a los pobres y desamparados, al igual que su pupila Luz Casanova. Sus actividades pastorales son numerosas, pero su principal dedicación son los suburbios de Madrid: Usera y, sobre todo, La Ventilla. Allí, entre traperos y mendigos, funda las primeras escuelas levanta capillas y propicia tareas de promoción humana, predicando el Evangelio. El padre Rubio está enterrado en la parroquia de San Francisco de Borja de Madrid, cuyo sepulcro recibe constantes visitas.Es beatificado por Juan Pablo II en 1985, con el impulso del añorado Consejero de Estado, Miguel Vizcaino Marques, natural de Ohanes, localidad de la Alpujarra almeriense como Rubio. El padre José María Rubio fue canonizado en Madrid en mayo de 2003. Los anteriores datos han sido recopilados del tomo 14 de la Enciclopedia General de Andalucía, editada por Comunicación y Turismo, dirigida por los periodistas Antonio Ramos Espejo y Juan de Dios Mellado. Esta publicación fue coordinada en cuanto a los centenares de datos aportados, historia y personajes de la provincia de Almería por el catedrático Fernando Martínez López y el periodista Antonio Torres, miembro del Grupo de Investigación Estudios del Tiempo Presente.
