
Esta publicación quiere resumir muy brevemente la trayectoria de Francisco Rueda López (Almería, 1834 – Almería, 22/VII/1903), un hombre del siglo XIX que, además de escritor y poeta, destacó sobre todo por su actividad como propietario, periodista y director de un diario que fundó, La Crónica Meridional. Nacido en la capital almeriense, procedía de una familia muy humilde originaria del municipio de Tabernas, en la misma provincia. Sabemos que pronto quedó huérfano de padre y en una complicada situación económica, y, por testimonios familiares, que estuvo ayudando como monaguillo, trabajó como dependiente en una tienda de ultramarinos, en unas canteras y como mozo en un tostadero de café ubicado en la céntrica calle Mariana. Posteriormente, empezó a colaborar en la imprenta del también poeta Vicente Duimóvich, situada en la calle de las Tiendas, y tras la muerte de este se trasladó, ya como impresor, a un local de la Plaza de San Pedro.